AFA Parla gestiona un programa de voluntariado por el que anualmente pasan hombres y mujeres solidarios/as que nos regalan su tiempo. Cada uno/a de ellos/as elige el programa en el que quiere participar pero todos ellos tienen algo en común, la necesidad de conocer de cerca la enfermedad y cómo tratar a las personas que la padecen.
Y que mejor que hacerles ponerse en la piel de la persona con Alzheimer para entender cómo se sienten y cuáles son sus necesidades.
En la mañana de hoy nuestro grupo de voluntarios/as asisten a una de las sesiones de formación que les ofrecemos.
En la imagen vemos como una de nuestras voluntarias tiene que desplazarse por la sala con los ojos tapados, mientras el resto de participantes le dan indicaciones desde la distancia y posteriormente lo hace de la mano de una sola persona que le pide que confíe en ella en un tono cercano y cariñoso. Como es lógico de esta forma sienten en primera persona la desorientación, la impotencia y la rabia que produce la primera de las opciones y la sensación de tranquilidad y confianza que produce la segunda.
En muchas ocasiones, pequeños gestos como este nos permiten empatizar con la persona con Alzheimer y mejorar enormente su calidad de vida.
Queremos agradecer a todos/as y cada uno/a de ellos/as cada minuto, cada sonrisa, cada caricia que dedican a las personas con Alzheimer. Sin ellos/as no es lo mismo.
