Lo que no te puedes perder

La Enfermedad de Alzheimer


DEFINICIÓN:

La demencia es una disminución de la capacidad intelectual en comparación con el nivel previo de función. Constituye el empobrecimiento generalmente progresivo de las capacidades mentales, que va afectando de forma gradual a la memoria, el lenguaje y la capacidad de reconocer y actuar, y que llega incluso a alterar las capacidades más básicas del individuo. En la actualidad la causa más frecuente de demencia es la EA.

La EA es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se caracteriza por una serie de rasgos clínicos y patológicos con una variabilidad relativa.

Rasgos clínicos: alteraciones cognitivas (memoria), alteraciones funcionales (pérdida de independencia en las AVD), alteraciones psicológicas y del comportamiento (ansiedad, delirios, vagabundeo, alucinaciones, agresión...).

Rasgos neuropatológicos: atrofia cerebral con pérdida de neuronas, degeneración neurofibrilar y de las placas seniles.

Variabilidad: en la edad de inicio, la velocidad de su evolución, el tipo de alteraciones...

La etiología de la EA es heterogénea, existen causas genéticas y no genéticas. Probablemente en ciertos casos es el resultado de la combinación de varios factores. Esta heterogeneidad complica el diagnóstico.

La EA presenta un inicio lento, sutil y progresivo que en sus fases iniciales es difícil de diferenciar del envejecimiento normal.


SIGNOS DE ALARMA:

  • Pérdidas de memoria que afecta a las capacidades en el trabajo (citas, nombres, nº de teléfono...).
  • Dificultades para realizar tareas familiares (cocinar).
  • Problemas de lenguaje (olvidos o sustitución de palabras).
  • Desorientación en el tiempo y en el espacio.
  • Pobreza de juicio (vestirse con ropa inapropiada).
  • Problemas de pensamiento abstracto (se olvida del significado del dinero, problemas de comprensión).
  • Pérdida de cosas o ubicación en lugares incorrectos.
  • Cambios de humor y de la conducta.
  • Cambios en la personalidad.
  • Pérdida de iniciativa.
El curso de la EA puede ser más o menos largo en función de múltiples variables, y también del estado general de salud del paciente o los cuidados a los que es sometido.

FASES:  

Existen diferentes fases de la EA:
  • Incipiente: disminución de su capacidad laboral, dificultad para viajar a lugares nuevos, disminución de la capacidad organizativa...
  • Leve: disminución de la capacidad para realizar tareas complejas y de manejar el dinero, dificultad en las compras...
  • Moderada: requiere asistencia para escoger ropa adecuada...
  • Moderada-grave: decremento de habilidad para vestirse y bañarse, hasta llegar a la incontinencia.
  • Grave: pérdida del habla y de la capacidad

En la fase moderada-grave pueden aparecer reflejos arcaicos: de presión, de succión.


SÍNTOMAS:

Ámbito cognitivo

Memoria: 
  • De trabajo (capacidad de mantener temporalmente las informaciones y su manipulación).
  • Episódica a largo plazo(acontecimientos).

Semántica (conocimientos):
  • Orientación: tiempo, espacio, persona.
  • Capacidad visoespacial: atención y orientación en el espacio, reconocimiento de objetos, caras,...
  • Lenguaje oral y escrito.
  • Praxis: gestualidad.
  • Capacidad ejecutiva: capacidad conceptual, capacidad de planificación, capacidad de juicio, capacidad de reconocimiento del propio estado.
Ámbito funcional: la EA afecta directamente a las actividades de la vida diaria del enfermo, lo que le lleva a una dependencia de la familia, alterando su ritmo de vida normal, sus actividades e incluso su trabajo.

Ámbito psicológico y del comportamiento:
  • Problemas relacionados con los trastornos de memoria y la conciencia de estar enfermo.
  • Delirios.
  • Alucinaciones: auditivas, visuales...
  • Identificación inadecuada.
  • Cambios en el humor: depresión, labilidad, ansiedad, enfados ...
  • Agitación/agresión.
  • Alteraciones de personalidad.
  • Alteraciones de la función neurovegetativa: sueño, alimentación...
  • Alteración de la actividad psicomotora: paseos e inquietud, deambulación, seguimiento del cuidador, actos repetidos.

TRATAMIENTO:


Aunque la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, gracias a la combinación del tratamiento farmacológico con la estimulación cognitiva y la fisioterapia se consigue frenar el avance de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los enfermos. Desde AFA Parla realizamos un taller de estimulación cognitiva y fisioterapia a través del cual se consigue:

Estimular/mantener las capacidades mentales, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales, dar seguridad e incrementar la autonomía personal del paciente, estimular la propia identidad y autoestima (dignificar), minimizar el estrés y evitar reacciones psicológicas anómalas:

Objetivos generales: mejorar el rendimiento cognitivo, mejorar el rendimiento funcional, incrementar la autonomía personal en las actividades de la vida diaria, mejora el estado y sentimiento de salud.

Objetivo final: mejorar la calidad de vida del enfermo, su familia y cuidadores.

El tratamiento que ha de realizarse es tanto farmacológico como NO FARMACOLÓGICO.

Tratamiento cognitivo:
  • Orientación a la realidad: tratar las alteraciones de la orientación y la memoria a través de la estimulación para que reaprendan. En las fases más tempranas de la enfermedad: ej. Historia de vida.
  • Reminiscencia: estimular la propia identidad y la autoestima a través del recuerdo sistemático de memorias antiguas.
  • Estimulación y terapias cognitivas: para activar y mantener las capacidades mentales (estimulación de memoria, comunicación verbal, reconocimiento...)
  • Adaptación cognitivo funcional del entorno y técnicas de comunicación: favorecer la realización de actividades de la vida diaria mediante ayudas técnicas, el entorno debe ser sencillo, estable y seguro.
  • Actividades significativas (ocupacionales) y de la vida diaria: rehabilitación a través del trabajo, actividad física...
  • Prevención y tratamiento de los trastornos psicológicos y del comportamiento.
Tratamiento físico:

Es fundamental mantener una actividad física adecuada y tratar las diferentes patologías físicas asociadas a la edad que pueden dificultar el normal desenvolvimiento del paciente.

La familia tiene que tener un buen conocimiento de la enfermedad y su evolución y de la fase en la que se encuentra el paciente. La comprensión y aceptación del problema es fundamental. El cuidador debe cuidarse y ser cuidado, para evitar posibles depresiones, estrés y padecer el temido síndrome del cuidador quemado...