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jueves, 10 de junio de 2010

Conócenos: Una Entrevista con los Trabajadores

Vanesa Sánchez Valladares: Coordinadora Talleres

1. Durante el tiempo que has estado en AFA Parla, cual crees que es la diferencia entre AFA y otros centros del día?

Creo que hay una diferencia abismal entre AFA Parla y los centros de día, ya que en nuestra Asociación el tratamiento es personalizado y nos adaptamos a las necesidades de cada uno de nuestros usuarios. Además, nuestra base es el cariño, el respeto, la comunicación y la empatía, lo que en la gran mayoría de centros de día no se ve pues atienden a un número excesivo de usuarios y no están especializados en las diferentes patologías que se pueden encontrar. En relación a esto último hemos observado que los enfermos de Alzheimer no reciben un tratamiento idóneo en estos centros debido a la falta de especialización. Además, nosotros empleamos un enfoque global (social, cognitivo, físico y psicológico).

2. Que haces específicamente en AFA Parla?

Coordino los talleres de las tres fases de la enfermedad y valoro a los usuarios para determinar qué grado de deterioro padecen en función de una serie de pruebas neuropsicológicas, informes cognitivos del neurólogo y geriatra y de la información aportada por los cuidadores. Según el deterioro que sufre el paciente y las capacidades que conserva va a unos de los talleres (divididos por fases de la enfermedad), en los que se realizan actividades adaptadas a cada usuario.

Otra de las funciones importantes que desempeña el Terapeuta Ocupacional en la Asociación es informar y formar al cuidador, ya que en la mayoría de los casos está muy “perdido” y con una gran falta de apoyo.

3. Cuenta qué es lo más difícil para los familiares del enfermo Alzheimer…

Lo más complicado es el asumir que su familiar tiene una enfermedad tan grave como el Alzheimer y el momento en el que empiezan a aparecer las alteraciones de conducta (que suele ser en la fase moderada o fase II de la enfermedad). Según estadística es la fase en la que más familiares institucionalizan a sus enfermos debido a que puede llegar un punto en el que la convivencia se hace imposible.

4. Hablen un poco sobre el desarrollo de las relaciones con los enfermos, y como les ayuda…

En la mayoría de los casos es muy fácil el iniciar la relación con el enfermo de Alzheimer, para ello utilizamos siempre el cariño, el respeto y la empatía. Son enfermos que demandan mucha atención y agradecen inmensamente el que les dediques tiempo. También es cierto que en algunos casos el enfermo puede tener alteraciones conductuales (agresividad, delirios, alucinaciones…) que dificulten una correcta relación.

La comunicación es uno de los temas más importantes, ya que en muchas ocasiones está gravemente afectada (problemas de afasia) y puede llegar a imposibilitar por completo la comunicación entre el enfermo y su cuidador. Por eso es muy importante enseñar desde un principio al cuidador a comunicarse con su enfermo. Para ello es muy importante la comunicación no verbal (gestos, miradas, caricias….). Se han realizado estudios en los que se demuestra que cuando existe una buena comunicación con el enfermo de Alzheimer las alteraciones conductuales son menores, también se ha visto que la caricia, utilizada correctamente, produce la liberación de endorfinas (produce relajación y bienestar) y que estos enfermos no tienen ningún déficit en el reconocimiento de las emociones expresadas facialmente por el interlocutor

5. Cuenten un caso de éxito con un enfermo, o sea cuando has visto alguien mejorar…

Hay que tener en cuenta que esta enfermedad desgraciadamente es neurodegenerativa y que por tanto produce un deterioro continuo del enfermo, no siendo posible recuperar las funciones afectadas y perdidas.

En cuanto a los casos de mejoría observados los más llamativos han sido en personas con depresión o con alteración del estado de ánimo y alteraciones de conducta en las que se producen en algunos casos mejorías sorprendentes. Lo mismo ocurre con muchos de los casos de hemiplejias que vienen en sillas de ruedas y consiguen volver a deambular. El tema de la interacción social permite a los enfermos mejorar la autoestima y sentirse útiles, lo cual es fundamental para el tratamiento ya que no debemos olvidar que el ser humano es un ser social y, por tanto, no podemos aislarle, lo que produciría un empeoramiento a nivel global (físico, psicológico y funcional).

Hay que destacar que lo más importante en el Alzheimer es conseguir enlentecer, en la medida de lo posible, la evolución de la enfermedad y que la persona conserve las capacidades y habilidades presentes el mayor tiempo posible.

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