El pasado 5 de junio se perdió en Valdemoro Antonio y aún no ha aparecido, el 6 de julio desapareció Felisa en Getafe y desgraciadamente ayer apareció muerta, ambos padecían Alzheimer y hoy todos los que trabajamos día a día con personas afectadas por esta enfermedad estamos de luto.
Los síntomas que acompañan a esta enfermedad desde sus inicios dificultan el desempeño de una vida normal por parte de los afectados, por ello es necesario que los familiares y cuidadores de estos enfermos tengan en cuenta algunas recomendaciones para intentar minimizar el riesgo de pérdida.
- El enfermo debe ir siempre identificado con nombre, dirección, teléfono y persona de contacto, haciendo referencia a que se trata de un enfermo de Alzheimer. Es recomendable que la identificación sea difícil de perder, por ejemplo marcando la ropa.
- La teleasistencia es un recurso muy útil en las primeras fases de la enfermedad.
- Es necesaria supervisión por parte del familiar o cuidador incluso en las primeras fases de la enfermedad y acompañamiento permanente en fases moderadas y graves.
- Es recomendable avisar a vecinos, tiendas, comercios, etc. del barrio o localidad de que la persona padece Alzheimer.
- El paso de fase inicial a fase moderada ocurre de forma gradual, por lo que es muy difícil determinar cuando va a ocurrir, por ello es necesario un control permanente de la persona afectada desde el inicio de los síntomas.
- Existen dispositivos de localización que ayudan a encontrar a la persona cuando sale de casa y pueden resultar útiles, sin olvidar que siempre es necesaria supervisión, ya que no evitan diferentes peligros como el tráfico de la ciudad o personas que les quieran engañar.
- Es recomendable controlar el dinero que lleva encima la persona afectada, para evitar robos y grandes desplazamientos.
- Es útil poseer fotos actualizadas de la persona afectada para utilizarlas en caso de que se extravíe.
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